“La persona que nos aplaude por acciones que no realizamos o por motivaciones que nunca influyeron sobre nuestra conducta no nos aplaude a nosotros sino a algún otro.
No podemos derivar de sus elogios satisfacción alguna .
Nos resultarán más humillantes que ninguna censura y permanentemente evocarán en nuestras mentes la más bochornosa de todas las reflexiones: la consideración acerca de lo que deberíamos ser y no somos”
Adam Smith. La teoría de los sentimientos morales.