En estos meses que estoy recorriendo distintas zonas de este sorprendente y variadísimo país, me doy cuenta que cuando solucione cuatro importantes problemas de fondo que están lastrando su desarrollo, puede ser uno de los mejores países del planeta y además tiene modelos en sus seno de la vía a seguir, un ejemplo es la empresa Isagén.
Esta es una propuesta para Colombia de la Universidad de Antioquia: Propuesta geopolítica para Colombia
Y mientras tanto, una cuestión candente, la venta de ISAGÉN, la mejor empresa pública de energía que he conocido en 25 años dedicándome al mundo empresarial.
Reconozco que lo que he visto me ha sorprendido y emocionado. Su amplitud del concepto beneficio es la respuesta.
Isagén es una empresa muy bien gestionada, sin corrupción, eficiente, estratégica y con una filosofía que entiende que su beneficio es igualmente el beneficio de aquellas comunidades donde opera y en definitiva del país. El problema estructural que nos ha llevado a esta crisis económica, financiera y política en gran parte del mundo sucede cuando se valoran solo los números de beneficio neto de la cuenta de explotación y el balance desde un punto de vista exclusivo de la empresa y no el beneficio completo, el que brinda más y mejor vida humana en la comunidad en la que está inserta la compañía. Eso no se cuantifica, no se valora, y esa carencia de perspectiva constituye el gran error.
Por ejemplo, Isagén tiene un equipo de 40 biólogos y medioambientalistas para la defensa y recuperación de patrimonio natural allá donde está instalada, entendiendo que ha de prevalecer la vida en general para que prevalezca la vida humana en particular y así recupera ciénagas, asesora en pesca sostenible en el Río Magdalena, construye carreteras a la vez que colabora en los municipios afectados para que aprovechen esa inversión en su actualización, por ejemplo para el turismo rural, asesora a comunidades agrícolas en la recuperación de restos de agricultura que antes se tiraban, para conseguir biodiésel y un largo etcétera. Como ellos dicen: no damos peces, enseñamos a pescar.
Si Isagén se vende a un privado todos estos beneficios que redundan en el país desaparecerán. Como estos beneficios no constan en la cuenta de explotación, no se valoran. Y como a los directivos de una empresa privada generalmente se les contrata para una función técnica, dar el mayor beneficio al accionista, no podrán permitirse el lujo de dar menos pudiendo dar más. Además, el dinero obtenido de la venta sería para invertir en infraestructuras en un país con una gran tradición de desaparición de dinero en dichos proyectos. No se entiende esta venta excepto si consideramos que vendrán elecciones en breve.
Ojalá recapaciten, porque una empresa así es el modelo de compañía que nos puede servir de ejemplo para salir de esta crisis estructural de los llamados países del primer mundo, que avanza hacia el resto del planeta (ver caída del comercio mundial). Mirando el beneficio solo desde la
óptica puramente técnica (beneficio neto) des-entendemos el beneficio humano en el más amplio sentido. Es decir, la prevalencia de la mirada técnica obvia la mirada prudencial, la visión política en el buen sentido de la palabra, la vida humana como finalidad.
Miren y escuchen esta discusión sobre Isagén, ni siquiera sus defensores consideran el beneficio global de país del que hablamos: Debate sobre la venta de Isagén
Más información sobre la caída del comercio mundial y el consejo de centrarse en las personas y el consumo interno, Informe anual UNTAD